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PICASSO-LAUTREC Museo Thyssen-Bornemisza

  • Foto del escritor: Inés & Clara
    Inés & Clara
  • 6 ene 2018
  • 2 Min. de lectura

Picasso-Lautrec es una exposición que se encuentra en el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid, donde se reúnen muchas de las mejores obras de estos dos artistas y las más relevantes a la hora de compararlos.


Ambos pertenecen al periodo de vanguardia (finales del siglo XIX y siglo XX); aunque Toulousse-Lautrec forma parte del postimpresionismo y, en cambio, a Pablo Picasso se le conoce como el iniciador del cubismo.


Esta exposición tiene lugar por el interés de mostrar al público las numerosas similitudes que existen entre ambos artistas, las cuales no son pocas y de poner en diálogo sus respectivas obras. Se sabe que Picasso fue un fuerte admirador de Henri de Toulousse-Lautrec pero nunca llegaron a conocerse personalmente.


Entre estos parecidos destacan, por ejemplo, los temas: los retratos caricaturescos, los bajos fondos, los burdeles, los espectáculos y cabarets, las mujeres (y prostitutas) y los marginados. Todos ellos se repiten tanto en la obra de Lautrec como en la de Picasso.

Lautrec, en su momento, fue uno de los artistas más innovadores. Destacó por la captación del mundo moderno, de esa nueva era donde aparecieron el entretenimiento y el mundo de la noche. Además, dejó de lado el naturalismo que existía hasta la época para adentrarse en un nuevo estilo personal que influiría luego en artistas como Picasso.


Uno de los temas mencionados anteriormente, el de las mujeres y los burdeles, fueron los más comunes en Lautrec. De hecho él vivió dos años en un burdel y pasaba los días retratando a muchas de las prostitutas. pero lo hacía con un tratamiento espléndido, muy respetuoso. No vulgariza la situación, al contrario, se refleja una empatía del artista con la mujer.

Picasso, en cambio, trata el burdel de forma más erótica.


A parte, la relación de ambos se puede apreciar en las pinceladas. Viendo la exposición pueden confundirse los cuadros de uno con los del otro, si no se conoce muy bien al artista.

La forma de plasmar el cuadro es muy parecida.

Cabe destacar que Lautrec fue un magnífico cartelista que hizo los carteles de Moulin Rouge tan conocidos como el de La Goulue. Le apasionaba asistir a los cabarets y dibujar a los bailarines y bailarinas. Cuando Picasso fue a París en 1900, ya motivado por lo que había visto de su referente, dibujó también muchas bailarinas. Asimiló muchas técnicas del maestro Lautrec para transformarlas en un lenguaje propio.


Al final de su vida, el español recuperó a otros de sus referentes como Delacroix, Gauguin, Velázquez… Aunque nunca dejó a un lado el estilo más caricaturesco y lineal que le enseñó Lautrec.


Todo esto se recoge en una exposición de más de 100 obras de dos maestros de la pintura europea de vanguardia que no se puede dejar pasar.







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